Al
preparar nuestra propia vaselina en casa nos aseguramos de que sus ingredientes
son completamente sanos y ecológicos. Además, podemos darle un toque de color,
o sabor, a nuestro gusto.
Como
ya sabes, la vaselina tiene múltiples usos en nuestro día a día, desde ese
labial que evita que se nos resequen los labios, hidratar las manos e incluso
hasta para eliminar el rímel resistente al agua de nuestras pestañas.
Lejos
de ser tan natural y medicinal como creemos, la vaselina que se comercializa
pasa por distintos procesos para su elaboración que no todo el mundo conoce, y
que merece la pena tener en cuenta. Así pues, siempre será más adecuado
elaborarla en casa con ingredientes naturales y saludables. Nos ofrecerá un
gran resultado y te será muy práctica en el día a día.
Cabe
decir que la vaselina que usamos diariamente no tiene ningún riesgo para
nuestra salud, al menos, a corto plazo. No obstante, debemos saber que no es un
elemento natural, y que es frecuente que algunas personas sufran reacciones con
alergias a este cosmético. ¿Solución? Siempre vale la pena elaborarla en casa,
a pesar de que sea barata. Si te gusta hacer tus propios productos de belleza,
estamos seguros de que te va a encantar tener tu vaselina natural.
¿Qué necesito?
3o gramos de cera de abejas. (Puedes
encontrarla en tiendas naturales y en perfumerías especializadas).
100
ml de aceite de oliva.
50
gramos de manteca de cacao o karité.
3
gotas de un aceite esencial, el que más te guste, como, por ejemplo, aceite de
rosa mosqueta.
Una
espátula de plástico o madera, nunca de metal.
Un
bote de vidrio previamente desinfectado.
Una
olla de tamaño medio donde elaborar la cocción.
¿Cómo elaboro mi propia vaselina casera?
Empezaremos
poniendo el aceite de oliva en nuestra olla a fuego bajo. Debe ir tomando
temperatura de forma moderada, nunca de golpe.
Una vez esté caliente, añade las perlitas de
cera de abeja que habrás comprado en la tienda natural. Verás que se van
deshaciendo poco a poco. Lo más importante de este proceso es que permitas que
vaya poco a poco, sin subir nunca el
nivel del fuego ya que, de lo contrario, perderíamos muchos de los componentes
naturales de la propia cera de abejas. Ve removiendo con tu espátula de
plástico o madera.
Cuando
notes que la cera de abejas se ha fundido, añade la manteca de cacao o de
karité, la que hayas elegido.
En
el momento en que veas que la cera de abejas, la manteca y el aceite de oliva
han creado un líquido homogéneo, ya puedes retirar la mezcla del fuego y
llevarla a ese bote de vidrio que tendrás preparado, y previamente
desinfectado.
¿Y
qué hacemos ahora? Es el momento de añadir esas tres gotitas de aceite esencial
de rosa mosqueta (o el que hayas elegido). Es importante que lo hagas cuando la
mezcla ya no esté caliente porque, de lo contrario, el aceite esencial pierde
también muchas de sus propiedades. Remueve bien para que quede unificado.
¡Ya tienes lista tu vaselina casera! Como ves,
se trata de un proceso realmente fácil que podemos hacer con total
tranquilidad. Conseguirás una crema totalmente natural con propiedades
suavizantes, calmantes, antimicrobianas, cicatrizantes, y antiinflamatorias.
No
hace falta que la pongas en la nevera. La vaselina adquiere por sí sola una
consistencia compacta que te puede durar varias semanas en perfectas
condiciones.
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