El pasado 01 de enero entró en vigor el alza del 20 por ciento en el precio de la gasolina y el diesel en México, tras este aumento, las movilizaciones y acciones en contra del gasolinazo no se hicieron esperar, a la fecha las protestas han dejado el saldo de tres fallecidos y 600 detenidos.
El argumento de EPN
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha defendido el incremento argumentado que la misma era una medida necesaria para la estabilidad de la economía del país. Analistas coinciden que el alza afectará el nivel de vida de los mexicanos.
El pasado 4 de enero Peña Nieto indicó en un mensaje al pueblo mexicano que el incremento al precio del combustible no se debía a la reforma energética puesta en marcha durante su gobierno, sino al actual precio de la gasolina en los mercados internacionales.
El pasado jueves EPN se volvió a dirigir a la nación azteca y reitero que el ajuste al precio “viene del exterior” por el aumento internacional al precio del petróleo, pero no mencionó el derrumbe previo de más del 70 por ciento de los precios mundiales del crudo desde niveles de más de 100 dólares por barril, antes de 2014.
En esta oportunidad en mandatario afirmó que de no haber aumentado el precio hubiera implicado un gasto de más de 200.000 millones de pesos (9.328 millones de dólares) equivalente a suspender por cuatro meses todas las actividades del Seguro Social o interrumpir por dos años el programa Prospera, o cancelar por tres años el Seguro Popular, de acuerdo a la política de EPN los programas sociales son lo único que debe sacrificarse para mantener precios de combustibles aceptables.
En opinión de analistas la explicación gubernamental, en base a la comparación con países que también importan gasolina, como Estados Unidos, Singapur o Corea del Sur no es válida. Desde finales de diciembre pasado en Estados Unidos la gasolina subió 1,78 por ciento, mientras que en México ascendió 20,12 por ciento, once veces más que en su vecino del norte.
Según datos del blog especializado en economía y finanzas "Financialred México", esa nación cuenta con uno de los salarios mínimos más bajos de la región, ubicándose en 120 dólares al mes, de acuerdo a la agencia financiera Bloomberg, los mexicanos destinan el 3,5 por ciento de ingreso anual al pago de combustible.
El salario mínimo en México ronda los 120 dólares y el precio de la canasta básica supera los 230 dólares, un incremento en el precio de la gasolina afectaría notablemente el costo de la vida en ese país.
Para Laborde el Gobierno debe atender el foco de las protestas y para ello debe aplicar políticas orientadas a atender las demandas sociales y no continuar por el camino neoliberal.
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